26 de mayo de 2010

Elevar la mano y decir adiós.


Hoy una vez mas la palabra "adiós" toca mi puerta. Algo que realmente no me esperaba, sabia que podía suceder, pero no imagine jamas que seria ahora. Tengo la sospecha que es para mejor, el crecimiento de quienes se van y el mio. Debo confesar que me siento regalona de ambas personas. Me duele saber que de las pocas personas que me conocen bien, que me quieren como soy ya no estarán aquí a 30 minutos para poder hablarles, contarles mis logros y frustraciones, mis enamoramientos, ilusiones y desilusiones, mis penas y mis mas grandes alegrías, mis caídas y mis pasos firmes. Me pregunto porque la vida es así y solo me respondo que bueno, nada es para siempre, y que he sido bendecida teniendo a dos mujeres a mi lado, en mi caminar que quizas no me las hubiera topado nunca y que por esas cosas de la vida las cono y las quiero como Madres y Amigas, mis pañuelos de lágrimas y mi cofre de risas. Pucha oh! es inevitable no dejar caer lágrimas ahora, pero me estoy preparando para lo que sera la despedida, no sera fácil, y bueno quien dijo que la vida era fácil.
Como son las cosas no? No pense que estas dos mujeres, me enseñarian tanto. Son mujeres tan indescriptibles, me han enseñado a amar, a ser fiel, a ser sincera, a no dejar de lado mis sueños e ideales, a luchar, a perseverar, a perdonar, me han dejado tantos valores, me han hecho una mujercita mejor. Cuantos recuerdos, cuantas risas, chascarros, llantos, cumpleaños, oraciones, misas, caminatas, almuerzos, hasta el terremoto del 27 de febrero lo pase con ellas. Como no van a ser importantes?
Realmente quien diría que hoy una vez mas me toca decir adiós, aunque es mejor decir hasta pronto, una vez dije hasta pronto y esa persona ya fue al encuentro del buen padre Dios, que hacer? Tengo pena, pero no quiero desanimarme en el andar, eso no. Debo seguir, pero soy sincera al decir que sin estas dos hermanas, me sera difícil.
Es preparar el camino para el desprendimiento? No lo se, aun todo va como entre tormenta y tormenta, hoy por hoy sigo en este puerto donde a ratos llueve sobremojado, y el frio cala hondo, y la soledad se hace sentir, nose con que fin si en resumidas cuentas seguiré aquí junto a un cigarro y unos cuantos pañuelos.

Aprendiendo a elevar la mano y decir adiós o hasta pronto como lo prefiera el consumidor me retiro. Buenas Madrugadas.

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