Ya ha partido al jardín del cielo una flor hermosa, que llevaba por apodo Miti, su nombre era Matilde, y su risa con pocos dientes era hermosa, una belleza similar a la de una flor silvestre, sencilla pero que iluminaba la habitación. Era una abuelita, bien abuelita, que hoy ha partido al descanso eterno, dichosa ella que ya estará junto al Padre Dios, quien la pensó, la creo, la amo siempre, y hoy la lleva hacia El. Que misterio este el de la muerte, así derrepente, sin avisar, sin anunciarse, simplemente llega. No es primera vez que me toca estar ahí, al lado del lecho del difunto, pero hoy lo veo como una gracia super especial. Primeramente pude estar con Jesús ahi con todas las abuelitas, acompañandolas en su silencio, en su chachara, en su alimentacion, en sus preguntas, después de forma muy especial, con la que todos llamamos "nanita", pobrecita, enferma en camita, queriendo hablar y no estar solita, luego ahí con la Miti, aun siento su cabezita calientita, que poco a poco se fue enfriando, ver como la vestían y acomodaban para ya pronto llevársela. Y finalmente dandole la comida a otra abuelita, que ya no es esa mujer vigorosa, buena para mandar, sino ya una viejita mas silenciosa, dócil a quien este con ella. Bueno el estar con Cristo no quedo ahí, sino que ahí lo viví mas fuerte, en la micro, en la calle, en mi casa; El esta en todas partes. Que maravilla no? Bueno por hoy, solo querer que esta abuelita, Miti, este descansando en el jardín, donde la luz no tiene fin, donde la paz es eterna, y la dicha de estar junto a Dios, única.
