15 de diciembre de 2010

El día de hoy.


Un nuevo día nació hoy para mi a las 5 de la mañana y como mi rutina alguna vez fue levantarme tempranito a las 5.30 am exactamente, pude recordar aquellos días en el noviciado. Pensé que esta historia ya había terminado, aun no termina y no se a donde va... pero hoy descanso en Dios. Espero en El, que guíe mis pasos.
Por estos días no dejo de pensar en esta misma fecha pero de hace dos años atrás. Una vez mas hago mención al mes de diciembre del año 2008. Días extraños fueron aquellos. En medio de la fiesta patronal de la Parroquia que me acogió un 2 de septiembre del 2007. Que hermoso poder recordar tanto!
Quiero hablar de ese día que llegue a Buenos Aires. Llegue un 2 de septiembre como decía anteriormente, estaba nublado, y eran las 8.55 am cuando llegue al terminal de buses de Retiro, Buenos Aires. Luego pasado las 9am llegue a una casa desconocida, pero que me parecía la mas hermosa de todas. Me vi frente a cerca de 12 o 13 chicas que no conocía, todas de diferentes países y edades. Ellas muy alegres me recibieron y de por vida recordaron al igual que yo ese día. Llegue con una faldita verde y botas, las botas sonaban por todo el pasillo cuando caminaba, y siempre mis hermanas recordaban el sonido de las botas. Recuerdo luego me duche, y ellas ansiosas solo querían que tomáramos la media mañana que habían preparado. La media mañana era una "pequeña convivencia" de media mañana. Habían muchos dulces, algunos desconocidos para mi, pero todos riquísimos, desde ese día la balanza comenzó a subir. Muy prontamente las hermanas chilenas se acercaron para saludarme mejor, y en un dos por tres armamos patota como decimos acá en Chile, patoteras como nosotras solas. En esta patota de las 4 chilenas que eramos, tres eramos parte, también una hermana argentina, quien rápidamente se convirtió en mi amiga-hermana y otra hermana paraguaya, de nombre Elizabeth.
Bueno ese día domingo, fue extraño, pero a pesar de que parecía una locura, estaba feliz, dichosa. Era el gozo recuerdo de estar haciendo la voluntad de Dios. Ese día a las 7 de la tarde salimos con algo de lluvia a la misa en la Parroquia del Niño Jesús. Que raro pensaba en mi interior, los cantos, la gente, todo! a la salida las hermanas saludando a las abuelitas, a los padres, etc... Ahí conocí a un Padre que no tenia ni pinta de cura, flaco alto, moreno. También conocí a otras personas mas, pero no recuerdo bien. Volvimos a casa y me sentía como en casa. Una vez mas lo repito. Que extraño, pero que maravilloso estaba en un lugar a muchas horas de viaje de mi casa, lejos de papa y mama y hermana, lejos de las hermanas que estuvieron conmigo tanto tiempo, lejos de mi tierra donde nací. ¿Y yo? Feliz! Esos dones de Dios, que se dan algunas veces en la vida y que dan un gozo grande a pesar de lo difícil.
Ese fue mi primer día en el noviciado... la historia continuo pero hoy me quedo ahí, en el comienzo. Agradecida de Dios por darme tanto, y pidiendo a El, me de claridad en mi caminar para discernir su voluntad hoy y siempre.

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