23 de mayo de 2011

Misiones


Los días ya se acaban, hay muchas personas a las que quisiera agradecer por cuanto me han regalado. Creo que uno de los aprendizajes mas extraños lo viví en Misiones rurales 2011. Me costo harto, harto querer a este grupo de jóvenes, que con diferentes motivaciones anhelan con gran deseo salir a misionar y anunciar a Cristo en algún campo solitario de nuestra región.
Traigo aquí varias, varias fotos del tiempo de misiones. Fueron días difíciles, el no saber muchas cosas, el no comprender que quería Dios de mí, y tanto mas... todo eso hiso de esta misión una semilla en mi vida. El, mi buen Jesús, no dejo de estar en ningún momento lejos mío, quizás nunca lo sentí, mas en cada anciano que visitábamos, o en los mismos niños que en alguna ocasión nos acompañaron en la misión, estaba El. Y bueno soy mas que consiente de que fue El, quien durante toda la misión no dejo de sostenerme en sus brazos, y aun cuando parecía todo ya no daba mas, El, se manifestaba a través de sus hijos. Gracias especiales a mi querido Padre Pedro Ossandon, el aun en la corta distancia entre Rafael y Concepción, se hizo presente con sus oraciones y sus llamadas, fue fortaleza y animo para seguir en esto que el Señor me estaba regalando. Gracias enormes a cada uno de esos misioneritos, que con sus virtudes y debilidades, me han enseñado a amar, amar a aquel mas simpático y cuidadoso, como a aquel hermano misionero, que podía a veces caer desagradable, tanto con sus niñerias como irresponsabilidades. Gracias inmensas a Dios, por esta experiencia de comunidad, donde hubo tantas alegrías, y también en el fondo de mi corazón, dolorosas penas.
Agradecida de un tiempo que jamas pensé tener, dejo algunas fotos, con la riqueza de los diferentes momentos vividos en la comunidad de Lloicura, Rafael.



En casa de una familia, junto a una grutita de la Virgen de Lourdes.


En la piscina de la familia anterior, refrescandose despues de taaaaaaanto caminar.


Caminando como cada día de misión.


Dibujo, donde dice 4am bajo la ducha, queriendo hacer referencia a la hora en que me levantaba para ducharme. (En realidad no era tan temprano, me levantaba solo a las 6 o 7 am)

El día en que llegamos y los niños se pusieron la ropa de algunas chicas.(Humor diferente)


Con mis hermanitos misioneros, el día penultimo a nuestro regreso.


En nuestro comedor, donde comíamos, reiamos, jugabamos, cantabamos, y a veces tambien me daba un tiempito para escribir.


El bosque que tantas veces me acogió, para meditar y poder estar tranquila junto a Jesús, en una oración, en una conversación, en algún silencio eterno.


Jesús Eucaristía en nuestra pequeña capillita de Lloicura.


Lavando el auto que usaba el Padre Pancho.


Con Nico, el primer día que llegamos a la Parroquia de Rafael, muyyy felíz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario