14 de junio de 2010

Silencio.


Solo decir, que cuando todo calla en el interior, es porque algún vacío esta comenzando a oír algo, y el silencio es el amigo perfecto para poder decidir que hacer, como actuar.

Silencio, una palabra que incomoda a veces, que lo deseamos otras tantas y que cuando lo tenemos no sabemos como usarlo.

Si queremos sanar nuestras vidas, historia, corazón, simplemente dejar que el silencio, vaya como el enfermero de turno curando aquello que debe ser sanado.

Sabemos que Dios nos regala dones, experiencias, etc... Un regalo hermoso es el silencio. En una fría mañana, oír solo el silbar del viento, el crujir de las hojas, quizás algún pajarillo valiente que no escapo del invierno, o las gotas de rocío cayendo suavemente.

No dejemos escapar lo provechoso del silencio, que es ahí donde nuestra conciencia habla fuerte y claro, sin dobles interpretaciones. Ahí en el profundo silencio esta Dios.


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